Cuidador
Descripción del trabajo del cuidador
El cuidador se encarga de ayudar a las personas que no son autosuficientes o parcialmente dependientes a satisfacer sus necesidades básicas y a realizar las actividades de la vida diaria.
Un cuidador suele ocuparse de las personas mayores, enfermas o discapacitadas, les ayuda a realizar las acciones cotidianas (como levantarse, lavarse, vestirse, comer...) y les reconforta con su presencia.
¿Qué debe hacer un cuidador?
Las principales responsabilidades del cuidador son: limpiar y ordenar la casa, hacer las compras y preparar las comidas, manejar (si la persona está en cama o en silla de ruedas) y apoyarla para que camine, cuidar de la higiene personal, el aspecto y la salud general del cuidador, comprobar que está tomando la medicación y seguir las terapias prescritas.
El cuidador también se encarga de hacer compañía a las personas y de acompañarlas en cualquier salida, por ejemplo, para dar un paseo, visitar a familiares o amigos o concertar una cita con el médico.
Trabajar como cuidador implica el establecimiento de una relación personal basada en la empatía y la confianza: una relación humana que puede ser de apoyo psicológico para el cuidador y puede ayudar a aliviar la sensación de soledad de una persona que se ve obligada a quedarse en casa o en la cama debido a la edad o a la enfermedad. Por esta razón, las habilidades de escucha y comunicación son habilidades que un cuidador no puede perder.
Siendo un trabajo muy exigente tanto física como mentalmente, la resistencia física y emocional son cualidades importantes, necesarias para afrontar con serenidad las largas horas en compañía de la persona asistida.
El cuidador también debe ser capaz de manejar cualquier situación de emergencia: además de las normas de seguridad doméstica, es importante que tenga conocimientos de primeros auxilios para intervenir adecuadamente en caso de emergencias sanitarias.
En la mayoría de los casos el cuidador trabaja en casa, en el hogar de la persona asistida.
No obstante, también puede ser necesario prestar apoyo cuando la persona anciana, enferma o discapacitada se encuentra en un hospital, en un asilo o en un centro de rehabilitación: por ejemplo, para administrar comidas, para la supervisión nocturna o para la compañía diurna.
El horario de trabajo de un cuidador varía según las necesidades de éste: cuanto menos independiente sea una persona, más tiempo tendrá el cuidador para dedicarle. Puede pasar de unas pocas horas al día (a tiempo parcial), por ejemplo para hacer la limpieza del hogar y preparar las comidas, a un trabajo continuo de cuidado diurno y nocturno, con sólo unas pocas horas libres a la semana. En estos casos, a menudo se proporciona cohabitación y se ofrece alojamiento y comida (y hablamos de un cuidador que cohabita).
Cuando se requiere atención las 24 horas del día, es necesario trabajar por turnos, alternando entre los cuidadores diurnos y nocturnos.
Conocimientos y Deberes del Cuidador
Las principales tareas de un cuidador son:
- Cuidar de la persona a seguir (ancianos, enfermos o discapacitados)
- Preparar las comidas
- Limpiar y ordenar la casa (hacer las camas, lavar los platos, planchar...)
- Cuidar de la higiene personal de la persona asistida
- Cuidar el manejo y la movilización de la persona no autosuficiente
- Mantener la compañía del paciente y acompañarlo en sus actividades diarias
- Vigilancia de la salud psicofísica general de la persona asistida
¿Cómo convertirse en cuidador? Entrenamiento y requisitos
No se requiere ningún entrenamiento específico para trabajar como cuidador. Más bien se requiere experiencia en el cuidado de ancianos y discapacitados y en la limpieza del hogar. No es necesaria ninguna preparación médica, porque no es una figura de salud.
No obstante, los conocimientos de primeros auxilios pueden ser muy útiles para ayudar a las personas dependientes, incluso en caso de accidentes o emergencias.
A menudo, en las ofertas de trabajo para cuidadores se requiere que sea autónomo.
El perfil se completa con excelentes habilidades interpersonales y referencias de experiencias laborales anteriores.
Para aquellos que deseen obtener una formación cualificada y mejorar sus posibilidades de encontrar un empleo, existen cursos para cuidadores familiares (también conocidos como cursos de cuidador y ayuda doméstica), para adquirir habilidades en el cuidado personal directo y en los servicios de higiene (ayudar a desplazarse, cuidar de la higiene íntima, aconsejar la dieta más correcta según el tema...), así como en la ayuda doméstica (preparación de comidas, alojamiento y limpieza de la casa).
El curso suele incluir también elementos de comunicación y psicología.
Competencias de un cuidador
Las características requeridas en los anuncios de trabajo para cuidadores son:
- Competencia en el cuidado y la asistencia de personas dependientes
- Habilidades en actividades domésticas
- Habilidades de relación y empatía
- Habilidades de organización
- Flexibilidad
- Resistencia física
Oportunidades de empleo y carrera del cuidador
Quién ya tiene experiencia en el trabajo de cuidador puede mejorar sus perspectivas profesionales siguiendo cursos de formación en el campo de los cuidados y la asistencia personal: por ejemplo, adquirir competencias profesionales para convertirse en OSS (Asistente Social en la Asistencia Sanitaria), OSA (Asistente de Asistencia Social), o especializarse en el cuidado de personas discapacitadas, para promover su bienestar y autonomía.
Buenas razones para trabajar como cuidador
Hay muchas razones para convertirse en cuidador: por ejemplo, la propensión a ayudar a la gente y la predilección por el contacto personal. De hecho, es un trabajo con y para la gente, donde la capacidad de escucha, la empatía y la paciencia son esenciales.
Trabajar en la atención domiciliaria como cuidador significa ocupar un lugar muy importante en la vida de las personas atendidas, sobre todo si se requiere la convivencia: esto crea una relación personal única, en equilibrio entre lo profesional y lo amistoso.
Otro aspecto a considerar es que no hay un superior que le diga al cuidador lo que tiene que hacer, sino que hay que tener la atención y la sensibilidad necesarias para comprender de forma independiente lo que hay que hacer para mejorar las condiciones de su cuidador.
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