Pediatra

Descripción del trabajo del pediatra

El pediatra es un médico que se ocupa de la salud de los bebés, niños y adolescentes. Tiene conocimientos médicos generales y formación especializada en pediatría.

Además, el pediatra es un punto de referencia para los padres, que acuden a él para pedirle consejo y ayuda en todo lo relacionado con el crecimiento y la salud del niño.

¿Qué hace el pediatra?

Una de las principales tareas del pediatra es el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades de los niños y los jóvenes.

La infancia y la edad de desarrollo son fases cruciales y vulnerables desde el punto de vista de la salud: por ello, el pediatra se centra en el diagnóstico precoz de los posibles problemas y patologías, para reconocerlos y tratarlos lo antes posible.

Al igual que otros profesionales de la salud, el pediatra también visita al paciente, recopila su historial médico, evalúa su estado de salud y diagnostica cualquier enfermedad, infección, enfermedades infantiles, alergias, malformaciones, trastornos del crecimiento, etc. A menudo, los jóvenes pacientes no han desarrollado aún una buena capacidad de comunicación, por lo que es esencial consultar a sus padres antes, después y durante la visita. Una vez hecho el diagnóstico, el pediatra propone un plan terapéutico y prescribe fármacos y medicinas, o exámenes o visitas a especialistas para profundizar el diagnóstico e identificar el mejor tratamiento.

También se ocupa de la prevención de la salud, por ejemplo, mediante la realización o la prescripción de vacunas.

El pediatra no sólo se ocupa de los problemas físicos, sino más generalmente de todo lo que afecta al crecimiento y al desarrollo psicofísico del niño, desde el nacimiento hasta la adolescencia. Vigila su desarrollo físico y psicomotor y controla su crecimiento (peso, altura, desarrollo funcional de los distintos órganos...), pero también debe evaluar el desarrollo intelectual y psicosocial del niño. La visita al pediatra, por ejemplo, es esencial para diagnosticar los trastornos del comportamiento, del habla, del sueño o de la alimentación.

El pediatra colabora entonces con la familia, las instituciones educativas y diversos profesionales de la salud (psicólogos, logopedas, terapeutas de neuro y psicomotricidad del desarrollo...) para coordinar un plan de tratamiento y controlar sus efectos.

En general, el pediatra es una referencia importante para la familia. Los padres recurren a él para que les aconseje y apoye en todas las etapas del crecimiento del niño, desde la primera infancia hasta la pubertad: por ejemplo, en lo que respecta a la higiene, la nutrición y el tratamiento de ciertos trastornos infantiles.

Por lo tanto, el pediatra debe comunicarse y relacionarse eficazmente no sólo con los niños, sino también con los adultos, padres y tutores, que toman decisiones que afectan a la salud de los niños.

Por último, el pediatra se encuentra en una posición privilegiada para identificar cualquier maltrato y abuso sufrido por los niños: en estos casos debe activar todas las medidas necesarias para salvaguardar la salud y el bienestar del niño, alertando a los organismos encargados de hacer cumplir la ley y a los especialistas en el ámbito de la violencia contra los niños.

¿Dónde trabaja un pediatra?

La mayoría de los pediatras trabajan en los departamentos de Neonatología y Pediatría de hospitales y clínicas, en clínicas ambulatorias y en consultorios pediátricos, tanto en el sector público como en el privado.

El pediatra trabaja a menudo en entornos acogedores, coloridos y agradables, porque están diseñados para entretener, calmar y distraer a los niños durante los exámenes médicos.

Las horas de trabajo varían según el contexto: en el hospital o en la sala de urgencias las instalaciones pueden dividirse en varios turnos, para garantizar la atención pediátrica las 24 horas del día, mientras que los que trabajan en un consultorio privado pueden decidir independientemente las horas de visita de los pacientes.

Tareas y obligaciones del pediatra

¿Cuáles son las principales tareas de un pediatra?

• Chequeos médicos de recién nacidos, niños y adolescentes
• Diagnóstico de enfermedades, patologías y trastornos del crecimiento
• Proponer un plan de tratamiento
• Administración y prescripción de drogas y vacunas a pacientes jóvenes
• Remitir a un médico especialista para patologías específicas
• Vigilar el crecimiento físico y el desarrollo psicosocial del niño
• Dar consejos y recomendaciones a los padres
• Intervenir y denunciar los casos sospechosos de abuso y maltrato infantil

¿Cómo convertirse en un pediatra? Formación y requisitos

Para ser pediatra se necesita una formación médica-sanitaria (licenciatura en Medicina) con especialización en Pediatría.

El niño no es un adulto de pequeña escala, tiene su propia anatomía y fisiología: en la edad pediátrica hay por lo tanto también varios síntomas, patologías, efectos de los medicamentos... Por esta razón, es esencial que el médico que trata a los niños siga un curso de formación que mejore los conocimientos médicos según la edad del paciente: entre los temas de estudio se encuentran, por ejemplo, la fisiopatología pediátrica, la oncología pediátrica, la neonatología, la inmunología pediátrica.

Al igual que en otras profesiones sanitarias, la formación teórica del pediatra se complementa con períodos de formación práctica.

Competencias de un pediatra

Esta es la principal competencia que se requiere de un pediatra:

• Conocimientos profundos en pediatría
• Competencia en el diagnóstico de patologías y trastornos de la edad de desarrollo
• Capacidad de relacionarse con los niños
• Competencia en la gestión de la relación médico-familiar
• Capacidad de decisión y sentido de responsabilidad
• Habilidades de comunicación y datos de empatía
• Resistencia al estrés
• Paciencia y fiabilidad

Carrera y oportunidades profesionales del pediatra

El desarrollo profesional del pediatra puede ser muy variado, gracias a las diferentes posibilidades de especialización: entre ellas se encuentran la oncología pediátrica, la cirugía pediátrica, la diabetología pediátrica, la cardiología pediátrica, la nutrición pediátrica, la pediatría de urgencia, la pediatría comunitaria.

Un pediatra experimentado que trabaje en clínicas, hospitales u otros centros de atención de la salud puede hacer carrera y llegar a puestos de dirección, por ejemplo, como jefe o gerente del departamento de Pediatría y Neonatología.

También hay quienes eligen practicar la profesión en privado, abriendo su propio consultorio de pediatría.

Buenas razones para trabajar como pediatra

La profesión de pediatra es adecuada para aquellos que quieren un trabajo centrado en el cuidado de las personas y pueden relacionarse fácilmente con los niños.

Los jóvenes pacientes de los pediatras pueden ser indisciplinados, ruidosos, listos para llorar, y se requieren grandes dosis de paciencia durante las visitas - al mismo tiempo, una sonrisa de ellos puede ser una de las recompensas más gratificantes de esta profesión.

El papel del pediatra es muy apreciado y reconocido por las familias, que lo ven como un punto de referencia para la salud y el crecimiento de sus hijos.

Además, el salario de un pediatra es competitivo y las oportunidades de empleo están muy extendidas en todo el territorio.